Pienso a precio de oro
Fuente:La Tribuna_digital
N. Tejero
No ha habido una mala cosecha, todo lo contrario: se disfruta del tercer stockaje más alto de la historia. Sin embargo, el sector ganadero lleva meses soportando un encarecimiento desmesurado de las materias primas que se utilizan para hacer pienso. Los cereales suben sin parar desde mayo, y el alza afecta por igual al trigo, el maíz o la cebada. «Son temas especulativas», comenta resignado José Manuel Domínguez, gerente de la Cooperativa Agropecuaria San Francisco de Asís, que calcula que el precio del kilo se ha aumentado en 11 pesetas, un 30 por ciento en los últimos siete meses.
La situación ha tocado de lleno a este negocio, que produce 25.000 kilos de toneladas anuales para unas 150 pequeñas y medianas explotaciones. No es el único. En la empresa Gesganto se vive el mismo desánimo. «Los almacenistas lo tienen retenido», asegura su gerente, Juan Peña.
La crisis del cereal podría tener su razón de ser en otra crisis: la inmobiliaria. El responsable de la cooperativa San Francisco apunta a que la materia prima se ha convertido en un activo atrayente tras la caída del ladrillo. «Los grandes fondos de inversión sacan dinero del sector inmobiliario, lo invierten en cereal y lo retienen en almacenes hasta que empieza a subir», asegura.
El propietario de Gesganto se refiere a subidas de hasta 10 pesetas en el precio de cada kilo, una situación que hace mella en las granjas pequeñas y medianas de Talavera y la comarca. «Antes tenía 70 clientes, y ahora le puedo decir que son 30», lamenta Juan Peña sobre la incidencia que acarrea no sólo el incremento del precio, sino que el sector se vea obligado a mantener inalterables los de origen por debajo de los costes de producción. «El campo siempre pierde», se queja.
Con la misma claridad expone el problema el gerente de la cooperativa San Francisco. «El que tiene muchísimo dinero compra un 10 por ciento de la producción de un país y lo retiene. Con eso es suficiente. Y ese señor, que no sabe lo que es una vaca o una mazorca de maíz, nos está perjudicando».
Acabar con este problema pasa por llevar a cabo una regulación concreta, por parte de Bruselas y también del Gobierno español. Así lo cree el secretario general de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Ramón Santalla, que apunta a la necesidad de que la Unión Europea mantenga reservas estratégicas para salvar este tipo de situaciones. «Hay que cambiar de políticas, hay que crear reservas que garanticen en tiempos de escasez un sector tan estratégico como la ganadería», indica.
Santalla comparte la opinión de los dos gerentes de las empresas de alimentación animal: el cereal se ha convertido en un elemento especulador, «clarísimamente», afirma rotundo. «Es un mercado en manos de grandes que juegan con la mercancía», recalca, y lamenta que la subida llegue en este momento. «Llueve sobre mojado, porque todavía no nos hemos recuperado de la subida del cereal de 2007, y no podemos repercutir el coste de producción con precios muy altos», asegura este experto.
El problema se agrava por su dependencia del mercado exterior. España es deficitario en producción cerealista. Francia, Estados Unidos, Centroeuropa y los países del Este proveen al sector nacional. Y la materia prima llega cara. A precio de oro.
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