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EL CUNICULTOR

'Fuets' de conejo para salir de la crisis

Los hermanos Francesc y Lluís Bosch han decidido reconvertir su granja de conejos de Esponellà (Pla de l’Estany) para poder seguir viviendo del sector cunícola, en crisis desde hace años y más acentuada desde 2006.


La empresa, que ha pasado en tan solo un par de años de novecientas madres a quinientas, cría animales de razas que recuerdan al conejo de payés de toda la vida, los sacrifica y prepara elaborados.

Fuet, longaniza, albóndigas o hamburguesas son algunos de los productos que comercializa en carnicerías de poblaciones de la comarcas de Girona, como Olot o Figueres, y Barcelona, algunas de estas ubicadas en mercados municipales.

Desde hace dos años, ambos hermanos trabajan para ofrecer los sabores de antes –para muchos perdidos–, partiendo de una combinación atrevida en la presentación y la manipulación que reabre las posibilidades de un sector que en los últimos años ha sufrido la desaparición de muchas explotaciones y en el que se ha reducido notablemente el volumen de producción.

“Teníamos que cerrar o hacer algo para poder continuar”, sostiene Lluis Bosch casi dos años después de cambiar de rumbo al negocio. “Lo que hemos hecho es lo que se ha hecho antes en el porcino, en aves o en vacuno, elaborados que dejan al productor mayor valor añadido”, explica el impulsor de la granja mientras argumenta que vender en vivo significa perder mucho dinero.

Cría
Los hermanos Bosch, que seleccionan los conejos partiendo de las razas California, Nederland y Papallona, consiguen como resultado un conejo con ojo negro, que coge peso y se adapta a un ciclo productivo más largo. Los animales se alimentan de piensos vegetales y tienen un sistema de retirada de excrementos automático. En las jaulas hay poca densidad, los animales destinados a deshuesados tienen una jaula por cabeza.

Para entrar en el negocio de los cárnicos, los hermanos Bosch sacrifican los animales en un matadero cercano –a sólo diez kilómetros de su granja– elaboran sus productos en un obrador instalado en la propia explotación. De esta manera, apenas 24 horas después de haber salido de la granja, preparados cárnicos como pinchos de conejo con calabacín, canelones, piernas rellenas o butifarras pueden estar ya en casa del consumidor.

Con la reformulación del negocio, el proyecto cunícola de los hermanos Bosch participa en el Premio Innovación Tecnológica del Departament d’Agricultura, Alimentació y Acció Rural, en la categoría de empresa agraria.

Hace veinte años que los hermanos Francesc y Lluís Bosch se dedican a la cría de conejos, que comercializan bajo las marcas Nic La Costa y Conill de Banyoles. Su granja está ubicada en un paraje conocido como Batllorí, en la comarca del Pla de l’Estany. De ella salen entre seiscientos y ochocientos conejos cada semana.

Publicado el 08-09-09 , por Rosa Matas Lleida

http://www.expansion.com/2009/09/07/catalunya/1252356056.html

1 comentario

elcunicultor -

esto es un ejemplo para todos los cunicultores, gente como esta, con ideas claras con vision de negocio y emprendedores. Mi mayor admiracion y respeto para estos 2 hermanos.